A lo largo de la historia del automóvil se ha soñado, escrito e incluso filmado coches con la capacidad de circular por carretera, aire y agua. Pues sin tener que introducirnos en mundos futuristas ni fílmicos como Blade Runner, se presenta el Terrafugia Transition.
El Terrafugia Transition, que en Estados Unidos ya tiene permiso para circular por las carreteras, es fruto del trabajo de varios ingenieros del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). El vehículo podrá utilizarse tanto en aire como en tierra, pero su conductor deberá contar con licencia de conducir y de aviación si pretende conducir y volar.
El Transition es una avioneta ligera en fibra de carbono, biplaza y dos puertas. Tiene cuatro ruedas que le permiten circular por tierra casi como si fuera un coche. Tracción trasera y dirección en las delanteras. Para moverse en el aire emplea una hélice posterior.
Tiene un único motor con las siguientes características:
•Cuatro cilindros•Rotax 912S (bastante habitual y probado en avionetas), que se puede redirigir para la hélice
(modo vuelo) o para las ruedas (modo carretera),
•Caja de cambios automática continuamente variable.
•Gasolina sin plomo de 95 octanos.
La velocidad máxima es de 185 km/h en vuelo y de 105 km/h para carretera. Tiene un alcance en vuelo de 787 km y un consumo de 18,9 l/h. Teniendo en cuenta que el depósito es de 87 l eso vienen a ser 11,05 l/100km. El consumo en modo carretera es menor, son solo 6,71 l/100 km.
Las alas son plegables e invierte en el proceso menos de 30 segundos. Tiene un peso en vacío de 440 kg y puede llevar hasta 210 kg de carga. Necesita para despegar una pista con al menos 518 m.
Para pilotarlo en modo vuelo, Terrafugia asegura que son suficientes 20 horas de curso. El interior tiene un salpicadero similar al de un coche, pero además de volante, tiene una palanca de vuelo frente a las piernas. Equipa airbags (y también paracaídas).
No será como en Blade Runner, ni tendremos replicantes por las calles pero por el momento tenemos este coche volador que sirve para despegar y aterrizar en un aeropuerto, y luego, una vez plegadas las alas, circular por carretera como si fuera un coche (un coche raro, las cosas como son).
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